Te contamos todo sobre las ruinas preincas de Kuélap cómo llegar, qué hacer y cuál es su importancia.
Las ruinas preincas de Kuélap han sido llamadas “el Machu Picchu del norte” pero esta analogía no les hace justicia. Kuélap tiene su encanto propio como uno de los sitios arqueológicos más representativos de la cultura Chachapoyas, en el Amazonas peruano.
Al estar en una zona boscosa con frecuentes lluvias, recién en 2012 empezó a ser visitado con frecuencia por turistas. De hecho, en 2017 se inauguró el teleférico que comunica el pueblo de Nuevo Tingo con las cercanías de esta fortaleza anterior a los Incas.
En Kuélap cómo llegar es en sí una experiencia. El primer paso es llegar a Chachapoyas en la provincia de Luya, Amazonas. Puedes viajar en avión a un aeropuerto cercano y luego tomar un bus hasta Chachapoyas o hacer un vuelo directo.
Para iniciar el viaje tienes varias opciones:
Si vienes desde Lima a Kuélap como llegar en avión: Puedes arribar directo en el
O aterrizar en algunas de estas ciudades:
Desde Lima a la ciudad de Chachapoyas en bus son entre 22 y 24 horas de viaje atravesando la cordillera. También se puede llegar en bus desde otras ciudades peruanas, como desde Trujillo en un trayecto de 12 horas.
Chachapoyas es ciudad colonial, capital del Departamento del Amazonas ubicada a 2.483 m. s. n. m. Es considerada una de las más antíguas de Perú junto a Cusco, Jauja, Lima, Piura y Trujillo.
Se dice que su nombre proviene de la palabra quechua “chachapoyacuna” que significa “Bosque de Neblina”. Es también llamada “chacha” por sus habitantes.
Alrededor de su Plaza de Armas se concentra buena parte de la actividad turística. En sus estrechas calles con viejos balcones hay una variedad de hoteles y restaurantes. Es ideal que descanses y repongas energías del viaje antes de emprender el camino a Kuélap.
En el Amazonas peruano hay mucho que ver, por lo que recomendamos quedarte en Chachapoyas. Desde allí, emprender los tours a lugares como Kuélap, la Catarata de Gocta o la Caverna de Quiocta y los Sarcófagos de Karajía.
Desde Chachapoyas puedes tomar buses que van hasta Nuevo Tingo. El viaje dura alrededor de una hora por carretera. Nuevo Tingo es un pueblo pequeño donde puedes hacer una parada estratégica antes de emprender hacia Kuélap.
En Nuevo Tingo puedes tomarte una infusión de mate de coca, comprar algunos snacks y prepararte para llegar a Kuélap caminando, en carro o en el nuevo teleférico. También hay ofertas de hoteles y restaurantes por si prefieres quedarte acá antes de visitar Kuélap.
La mejor época del año para ir a Kuélap es entre abril y octubre porque disminuyen las lluvias. Sin embargo, recuerda que en esta zona igual llueve. Por eso debes llevar ropa impermeable y zapatos que te ayuden con la tracción en las piedras para que no te resbales. Las suelas deben tener agarre para distintas superficies.
Otros imprescindibles son el protector solar, sombrero, lentes de sol, pantalones y polos (camisas) manga larga para protegerte de mosquitos. Recuerda empacar un repelente contra insectos y una cámara fotográfica porque una vez en Kuélap querrás registrarlo todo para la posteridad.
Las visitas a Kuélap han crecido en un 14% anual, según cálculos de las autoridades turísticas peruanas. El promedio de visitas a Kuélap es de 350 personas diarias mientras que a Machu Picchu llegan 4.000 personas por día. Pero esta diferencia, en lugar de desanimar a los visitantes, los motiva a descubrir más de este lugar especial.
La cultura Chachapoyas, anterior a los Incas, es una de las más interesantes del antíguo Perú. Sus inicios se remontan al siglo VIII, fue conquistada por los Incas en 1470 y funcionó hasta la llegada de los españoles a América.
La fortaleza de Kuélap, por su parte, es un impresionante complejo arqueológico de casi 600 metros de largo. Ubicado en la cima del Cerro Barreta y rodeado de una muralla que alcanza los 19 metros de altura, es realmente impresionante de apreciar y recorrer.
Aún se desconoce si era un asentamiento para familias o una estructura militar. Pero su importancia como lugar arqueológico es innegable. Los historiadores presumen que luego de la conquista incaica, los chachapoyas abandonaron Kuélap y solo volvían para sepultar a sus muertos.
Kuélap es, de hecho, el centro de un proyecto para desconcentrar el turismo de Machu Picchu. Ofreciendo opciones en Kuélap como llegar en teleférico o potenciar la infraestructura turística en Chachapoyas, se busca atraer a aquellos viajeros que quieren vivir la experiencia de la historia arqueológica peruana de manera mucho más profunda.
La mayoría de los visitantes de Kuélap son peruanos que buscan conocer más de su pasado arqueológico. La fortaleza se ha convertido en uno de los lugares que no se pueden dejar de visitar para locales y extranjeros. Esto convierte el viaje en una experiencia cultural mucho más enriquecedora para todos.